Los restos óseos hallados en 2019, en la zona de la Colonia Juan José Paso, fueron enviados a Buenos Aires para que los estudie el Equipo Argentino de Antropología Forense. Además, avanza en Anses el trámite por los beneficios de la Ley Brisa para la hija de Maira. Se cumplieron 4 años desde aquel 16 de diciembre.
«El pedido de justicia sigue vigente», sostiene Antonia Morán, madre de Maira Benítez, la joven de Villa Ángela asesinada hace cuatro años. Cuando el 16 de diciembre de 2016 se fue a comprar chocolates y chupetines con 18 pesos en el bolsillo, no volvió nunca más a su casa. Tenía 17 años y una hija de tres, por entonces, Brisa.
«Es justicia por ella y por las otras víctimas que pasaron por lo mismo que ella», agrega Antonia en diálogo con Radio Provincia, mientras advierte que la causa -cuya carátula es ‘homicidio’ y no femicidio como pidió la querella- todavía sigue abierta, pese a la condena de Rodrigo Silva por “homicidio simple”, en mayo de 2019.
«Las otras personas implicadas, que fueron culpables, quedaron absueltas, cuando la Justicia sabe que deberían ser procesadas», resalta y afirma: «Para mí esa absolución fue una decepción muy grande«.
«Se cumplen cuatro años y la causa sigue abierta, sin aclararse», señala Antonia, al explicar que los restos óseos hallados en 2019 recién ahora comenzarán a ser estudiados para determinar coincidencias en base al ADN.
«No los acepté porque me generaron duras los resultados de las pericias odontológicas y no un ADN», fundamenta la mamá de Maira.
Si bien su pedido era que fueran estudiados en Salta, se aguarda hoy que sean sometidos a una pericia en manos del Equipo Argentino de Antropología Forense -ofrecido a realizarlo de manera gratuita-. Precisamente a Buenos Aires fueron trasladados hoy por una comisión policial.
«Pasó mucho tiempo. Durante la pandemia no se pudo avanzar, pero ahora estoy más aliviada por esperar los resultados», dijo Morán.
Con respecto a la carátula de la causa, se aguarda la respuesta a un recurso extraordinario presentado ante el Superior Tribunal de Justicia para que el caso sea caratulado como femicidio, una reformulación pedida por la abogada que representa a Morán, Silvia Canteros, quien ya adelantó que llegarán si es necesario a instancias internacionales para sentar un precedente.
«Es un femicidio, aunque no lo caratularon inicialmente así. No se investigó con una perspectiva de género», marcó Antonia, cuestionando además «muchas otras cuestiones que no se investigaron».
De hecho, el único condenado, el peón de campo Rodrigo Silva cumple 21 años de prisión por “homicidio simple”.
Dados los alcances de la Ley Brisa y la protección económica que ofrece a hijos e hijas de mujeres víctimas de femicidio, la familia de Maira inició trámites para que el beneficio sea recibido por Brisa, su hija y nieta de Antonia.
«Estamos esperando respuestas, está en proceso y ya salió de la provincia según me informó el jefe de Anses hace unos días», comentó la mujer.
La Ley Brisa (Nº 27452) fue aprobada por el Congreso Nacional el 4 de julio del 2018 con 203 votos afirmativos y ninguno negativo. La norma estableció un Régimen de Reparación Económica para las Niñas, Niños y Adolescentes.
A partir de la aprobación, se otorga una reparación económica similar a una jubilación mínima a hijos e hijas víctimas de femicidio. Si hay alguna discapacidad, el sostén no se extingue a los 21 años. Además, se contempla la cobertura (y el monitoreo) integral de salud.
El régimen de reparación económica es para niñas, niños y adolescentes cuyo progenitor haya sido el asesino (o participado del crimen) de su mamá y esté procesado, condenado (o se haya extinguido la causa). Las trabas iniciales en el caso de Maira era la carátula de la causa, ‘homicidio’, pero finalmente el trámite logró avanzar.