En varios procedimientos, la policía de investigaciones recuperó varios elementos que fueron sustraídos en diferentes hechos.
Uno de los hechos había ocurrido el pasado 27 de noviembre, sobre el mismo se había denunciado que habían violentado el ingreso a un domicilio del Bº Hipólito Irigoyen y se llevaron varios elementos. La división Investigaciones de Charata tomó conocimiento de que los elementos estarían ocultos en un baldío de calle Rodríguez Peña prolongación y alrededor de las 23 de este lunes, lograron secuestrar una carpa de acampe tipo iglú y una pala ancha. El fiscal dispuso que los elementos fueran restituidos a la persona que realizó la denuncia.
Por otra parte, un hecho ocurrido en la mañana del 22 de noviembre dejó como saldo la sustracción de un teléfono celular. La denuncia fue radicada en la División Investigaciones Complejas de la Dirección Interior Sáenz Peña y remitida a la localidad de Charata por razones de jurisdicción. Después de tareas investigativas, el pasado 29, alrededor de las 21, la policía supo que el teléfono ya había sido comercializado y lo tendría una persona en el barrio Municipal de la Perla del Oeste. Al llegar hasta la morada, el personal policial se entrevistó con la madre de quien había adquirido el celular, una mujer de 45 años, quien interiorizada del hecho hizo entrega de un teléfono celular marca LG k10 color negro.
Asimismo, La División Investigaciones, a raíz de la denuncia realizada en la comisaría 2da por el robo en la tienda “La Turca” de Av. Pringles, de la que se llevaron más de 140 prendas de vestir, calzados y dinero en efectivo, Realizó sus tareas específicas y tomó conocimiento de que los autores del hecho serian “L” del B° Itati y “C” del B° Belgrano. Además supieron que algunas prendas ya habían sido comercializadas. Pudiendo ubicar el domicilio del comprador, una persona de 45 años, lograron que hiciera entrega de 3 pares de sandalias femeninas y 5 calzoncillos y boxers, que fueron comprados a su hermano alias “Lator” de 29 años quien fue detenido por orden del fiscal Baigorrí, mientras investigaciones procuraba dar con el paradero del otro supuesto autor.
