La criatura estaba dentro de una caja y llevaba una nota pegada en su pecho, escrita por su progenitora.
El pequeño fue socorrido y se encuentra en buen estado de salud, mientras que se desconoce el paradero de la mujer que lo dejó en medio de la vía pública.
La historia comenzó cuando tres jóvenes que estaban yendo al kiosco, el miércoles por la noche, se toparon con un recipiente de cartón cerrado en medio del camino y algo les llamó la atención.
Al abrirla, se encontraron con un bebé dentro de ella, envuelto en mantas. El pequeño tenía una nota en su pecho, la cual decía: «Me llamo Mateo. Nací el martes a las 20.35. Mi mamá me dejó acá porque no puede cuidarme».